PARQUE NACIONAL PEREDA-GERÊS, UN REINO NATURAL EN EL NOROESTE DE PORTUGAL, UNIÓN DE VIDA SALVAJE Y ACTIVIDAD HUMANA; Por Rosana Saburo

Si queremos apreciar el equilibrio, entre naturaleza y vida humana, el Parque Nacional Pereda-Gerês es una muestra que todavía, se puede conseguir, la combinación de asentamientos humanos en un hábitat natural.

Fue todo un descubrimiento visitar durante dos días este parque nacional ubicado al Noroeste de Portugal, lindando con la Comunidad de Galicia, provincia de Ourense.

Con espacios naturales bien diferenciados, desde los verdes valles en los que hay más asentamientos de pueblos, zonas de riscos y rocas graníticas, pinares, bosques de robles, hasta dar paso, a uno de los elementos predominantes del parque, el agua, bien en forma de ríos, arroyos, lagunas, cascadas impresionantes, como la de Portela do Homen, todo un mosaico natural en el que la convivencia de personas y naturaleza se ha dado a lo largo de la historia.

En las sierras de Peneda, Soajo, Amareda y Gerês desde tiempos prehistóricos, hay vestigios de presencia humana, en forma de construcciones, hay desde dólmenes, vías y caminos romanos, fortalezas medievales, hasta los básicos corrales en plena montaña, realizados con piedras apiladas.

Auténtica belleza natural la que es extiende en Mata de Albergaria, en el bosque de robles que transcurre en la estrecha carretera desde Gerês hasta Portela do Homen, estrecha para evitar los estacionamientos de vehículos, sólo autorizados en zonas indicadas; Una gozada abrir todas las ventanas del coche, sin otro vehículo detrás, sin superar el velocímetro 30, un bosque tupido de musgos, plantas que trepan y se cuelgan en los cedros, todo un edén natural.

Y en esta naturaleza desbordante, los animales tienen su espacio, los lobos, corzos, águilas, cabra montés, de nuevo esa combinación de vida salvaje, con pueblos que pueden escuchar los aullidos de lobos.

Las pozas naturales tras cascadas como la de Arado, de fácil acceso, tras subir unos escalones, se puede contemplar desde el mirador, nos muestran el protagonismo de los cursos del agua.

Y desde los miradores, das Rocas y Pedra Bela, las panorámicas son espléndidas para perder la vista en los paisajes.

Desde el mirador Das Rocas a 800 m, se puede ver la sierra de Gerês, cascada de Arado, una de las mejores vistas del parque, como también desde el mirador Pedra Bela, desde el que fue tomada la foto, un enclave con mucho encanto, en el que observar las montañas, ríos, pueblos, el embalse de Caniçada, es un lujo.

Con toda la belleza natural del Parque Nacional Pereda Gerês, mantenida a lo largo del tiempo, sus habitantes han logrado ese delicado equilibrio, que es imprescindible para que perdure, vivir en un espacio natural, integrándolo en sus vidas.

Y llegados a este punto, este paraíso natural, nunca debería perderse.

viajarconrosana.wordpress.com

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