MÁLAGA DESDE LAS ALTURAS DE SU MEJOR DEFENSA NATURAL, LOS MONTES DE MÁLAGA; Por Rosana Saburo

Málaga se aferra a estar a pie del cálido Mediterráneo, su andadura se inició con el pueblo fenicio, siglo VIII a. C, la llamaron Malaka, podría tener significado relacionado con la actividad pesquera, como factoría o sal, pero no siempre el entorno natural que la ha rodeado, la dejó crecer.

Para el Imperio Romano, Malaca y para la etapa andalusí, Malaqa, la ciudad continuó siendo  un enclave próspero, hasta llegar a la actualidad como una capital de gran tirón económico, apuesta cultural y turística.

Sin embargo, Málaga ha tenido momentos desoladores, como consecuencia de las periódicas avenidas del río Guadalmedina y los arroyos que nutren su cauce, especialmente las riadas atestiguadas durante el siglo XIX.

El entorno natural de la ciudad estaba marcado por la desnudez de los montes afectados por la enfermedad de la vid, la filoxera; No había cubierta vegetal que frenara la fuerza del agua, las riadas se dieron, incluso, con consecuencias trágicas en vidas humanas.

Las repoblaciones forestales en la primera mitad del siglo XX pretendieron frenar la delicada situación de carencia de raíces de los montes malagueños; El pino carrasco,  Pinus halepensis, fue la especie elegida para este importante cometido, un pino resistente, adaptativo, con buen soporte para los rigores climáticos mediterráneos.  

Sin el anclaje y fijeza que proporcionan las raíces en la tierra, las avenidas de agua del río Guadalmedina y sus arroyos  llegaban a la ciudad de Málaga, sin la oposición natural de los Montes que la rodean.

Actualmente los Montes de Málaga son Parque Natural, además de Zona de Especial Conservación y Lugar de Importancia Comunitaria, por sus valores medioambientales e importancia en la recuperación del medio natural.

La visita a los Montes de Málaga es un espacio natural para la diversión en la naturaleza, con rutas de senderismo que regalan vistas inmejorables hacia la Bahía, sierras de Mijas, Alhaurín, Cártama, Nieves, también cuenta con espacio educativo, el Aula de Las Contadoras.

Las panorámicas de Málaga desde sus montes  son imperdibles para captar la fuerza de una ciudad y entorno que apuesta por ofrecer mucho más que sol y playas.

Enlace de interés: https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal/web/ventanadelvisitante/detalle-buscador-mapa/-/asset_publisher/Jlbxh2qB3NwR/content/montes-de-malaga-4/255035

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LA COMARCA DE LA SUBBÉTICA CORDOBESA, LOS ALICIENTES DE UN ENCLAVE TURÍSTICO EN  MITAD DE ANDALUCÍA; Por Rosana Saburo

En pleno centro de Andalucía, la comarca turística de la Subbética cordobesa irradia la misma fuerza que su ubicación privilegiada, con una apuesta clara por el olivar, las zonas protegidas de Parque natural, geoparque,  yacimientos arqueológicos, con un amplio patrimonio histórico, sin olvidar la variada y rica gastronomía, invitan a conocer y descubrir esta zona y los pueblos que la engloban, Almedinilla, Benamejí, Carcabuey, Doña Mencía, Encinas Reales, Fuente Tójar, Iznájar, Lucena, Luque, Palenciana, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros.

Caminar por los senderos de la Subbética fue una oportunidad para disfrutar de sus líneas suaves y ondulantes, con rocas kársticas, dominando  colores amarillos, ocres y verdes olivos.

Las laderas de las pendientes de la Subbética se aprovechan para el olivar, con un clima extremo en verano, lluvioso en invierno y primavera, tierra arcillosa, ayudan al fruto de la oliva, que haya podido escalar posiciones altas en valoraciones, alcanzando premios y reconocimientos.

El embalse de Iznájar, el mayor de Andalucía, ofrecen un entorno excelente para el ocio, con actividades diversas, desde la observación de aves, especialmente durante el invierno, hasta deportes náuticos.

El propio pueblo de Iznájar ofrece panorámicas y perspectivas, en las que se aprecia en su plenitud la riqueza del pantano y su entorno, aprovechando miradores naturales para sacar  el máximo partido a la visita.   

Una de las rutas, la de Zuheros, finaliza en descenso, a la par del recorrido con el del río Bailón, uniéndose roca y agua, la mejor recompensa, ver la panorámica que ofrece el pueblo de Zuheros, con sus laberínticas calles,  casas blancas y el reclamo para el paladar, sus quesos.

En el pueblo de Almedinilla, siguiendo el cauce del río Caicena, sorprende  la cascada del Salto del Caballo, que este año, al ser menos lluvioso, permitió almorzar junto al mismo salto de agua.

Y en el entorno de Almedinilla la riqueza arqueológica se concreta en dos magníficos enclaves, el poblado íbero del Cerro de la Cruz y la Villa romana de El Ruedo.  

En el municipio de Priego de Córdoba, un lugar famoso y muy concurrido es la Fuente del Rey,  aquí se une naturaleza, arquitectura, esculturas, mitología, con jardines y arboleda centenaria, que embellecen aún más el espacio.  

Los aromas de anís, la degustación de sus afamados dulces de Navidad, el pinar de la Sierra de Rute son algunos de los atractivos de la localidad de Rute que se pueden disfrutar.

Me pierde comer salmorejo cordobés, más aún con aceite de la comarca subbética, siempre en mi dieta, es uno de los placeres gastronómicos de esta comarca.

El Parque Natural Sierras Subbéticas renovó en 2022 la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) para un periodo de cinco años, un distintivo muy importante porque destaca en este caso de la subbética cordobesa, la unión del ámbito público y privado a favor del turismo sostenible, la visibilidad del parque, la calidad de sus servicios y la organización social y económica.  

Enlace de interés:https://www.turismodelasubbetica.es/

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